jueves, 3 de julio de 2014

 La Discapacidad intelectual de la Familia


La discapacidad intelectual es una problemática común en nuestra sociedad, y digo problemática, porque por lo general ésta no está correctamente diagnosticada y si lo llegara a estar, poco se hace al respecto.
La familia que recibe este diagnóstico de alguno de sus integrantes, suele pasar por un duelo ( debido a las expectativas que se tenían del menor) aunando a esto las dudas, los prejuicios sociales, la falta de información, la desunión familiar entre otras cosas, hacen que el niñ@ tenga menos posibilidades de desarrollar sus fortalezas. Por lo general nosotros como sociedad ponemos mayor atención a la falta que existe en ciertas situaciones y no las oportunidades que también hay.

A lo largo de la historia, se ha pasado por una transformación en cuanto al nombre (Discapacidad del desarrollo, Discapacidad intelectual, Dificultad del aprendizaje, Limitación mental, Discapacidad mental, Handicap mental, Retraso mental y subnormalidad mental).  Independientemente del el nombre que tenga, el impacto en la familia siempre es el mismo.
La Organización Mundial de la salud (OMS) utiliza el término de Discapacidad Intelectual que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación. Las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas, y las restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones vitales. 

Por consiguiente, la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una interacción entre las características del organismo humano y las características de la sociedad en la que vive.


¿Qué sigue después de conocer el Diagnóstico?

Además de brindarle apoyo y Orientación a la familia, el tratamiento con el niñ@ se rige bajo el “Principio de normalización”, es decir se busca proporcionar y potenciar condiciones de la vida diaria que están lo más cercanamente posible a las normas y modelos del camino principal de la sociedad.
Es decir, capacitarl@s para vivir en condiciones lo más normales posibles.

Y se debe trabajar 4 principales Dimensiones:

Dimensión I: Cognoscitiva
*     Atención
*     Memoria
*     Gnosias
*     Praxias
*     Lenguaje
*     Función ejecutiva

Dimensión II: Habilidades de adaptación
*     Comunicación
*     Cuidado Propio
*     Vida en el Hogar
*     Habilidades Sociales
*     Uso de la Comunidad
*     Salud y Seguridad
*     Habilidades académicas

Dimensión III :Consideraciones Psicológicas-Emocionales
*     Comportamiento
*     Relaciones Sociales
*     Manifestaciones Afectivas
*     Proceso de Socialización

Dimensión IV
*     Oportunidades
*     Bienestar
*     Estabilidad



La discapacidad intelectual de un niñ@, adolescente o adulto nos involucra a todos, como profesional de la salud, de la educación, como padres de familia, en general como sociedad. Apoyarnos mutuamente en nuestra tarea y  no discriminar y brindar mayores oportunidades es nuestro deber.



jueves, 10 de abril de 2014

Bajas Calificaciones: Un problema o Un área de oportunidad para nuestros nin@s

Sin duda, las bajas calificaciones de los niños  es un tema que frecuentemente causa algún tipo de malestar en los padres de familia, ya sea enojo, tristeza, preocupación, ansiedad, etc.  
Lo cual nos lleva a tomar alguna medida de intervención,  que por lo general son castigos y regaños para el niñ@.  Estas medidas se acompañan de gritos, insultos, comparaciones con otros niños, amenazas, prohibiciones y golpes. Atentando  directamente la autoestima del niñ@  y su integridad física- emocional. Olvidándonos de  conocer  cuál es realmente el origen de sus dificultades en la escuela o si realmente es una dificultad.

Afirman que en cierta ocasión el genio de Albert Einstein desmintió que sus descubrimientos fueran fruto de su brillante inteligencia. De hecho, él mismo presentó diferentes problemas de aprendizaje durante su etapa escolar, que lo relegaron a un plano muy discreto. Einstein aseguraba que todo el mérito no era tanto de su inteligencia,  sino de su perseverancia. En otras palabras tenía una gran motivación para triunfar en aquello que se propuso.

Cuando un niño se enfrenta al reto de ir a la escuela, asumir aprendizaje, hacer  exámenes y aprobar, sus resultados van a estar determinados por diferentes factores, en este caso se mencionarán los siguientes:

1- Su capacidad intelectual. Es decir, su potencial de aprendizaje.
2- Su motivación para el estudio.

Es fácil adivinar que un niño con un buen potencial de aprendizaje y una baja motivación tendrá malos resultados, haciéndose esto más evidente a medida que el niño se hace mayor, ya que dependerá de más trabajo y horas de estudio. No obstante un niño con un potencial de aprendizaje normal o ligeramente bajo, pero con una alta motivación probablemente sacará adelante los cursos.

Podríamos concluir que la motivación para el estudio es un factor de gran importancia para predecir el rendimiento escolar de un determinado niñ@, si bien, es de esperar que un buen cociente intelectual (CI) facilite el aprendizaje y por ende la motivación del niñ@ para estudiar, pero no siempre será así.
Retomando lo anterior, una buena capacidad intelectual sin motivación puede llevar al fracaso escolar, y, un niño que tiene capacidades limitadas o un trastorno específico del aprendizaje puede hacerle perder la motivación por el estudio.

Por tanto si hay sospecha de cualquier dificultad en el aprendizaje, paralelamente a motivarle en sus deberes, deberíamos efectuar una evaluación para detectar estas posibles dificultades ya que si nos quedamos sólo en motivarle y no somos capaces de darle los recursos y medios que necesita para tal aprendizaje, probablemente no avanzaremos.

Para esto es recomendable acercarnos a un profesional lo más rápido posible y de esta manera  evitar que la problemática crezca con el paso del tiempo y afectar la integridad de nuestros niñ@s sin darnos cuenta.