jueves, 10 de abril de 2014

Bajas Calificaciones: Un problema o Un área de oportunidad para nuestros nin@s

Sin duda, las bajas calificaciones de los niños  es un tema que frecuentemente causa algún tipo de malestar en los padres de familia, ya sea enojo, tristeza, preocupación, ansiedad, etc.  
Lo cual nos lleva a tomar alguna medida de intervención,  que por lo general son castigos y regaños para el niñ@.  Estas medidas se acompañan de gritos, insultos, comparaciones con otros niños, amenazas, prohibiciones y golpes. Atentando  directamente la autoestima del niñ@  y su integridad física- emocional. Olvidándonos de  conocer  cuál es realmente el origen de sus dificultades en la escuela o si realmente es una dificultad.

Afirman que en cierta ocasión el genio de Albert Einstein desmintió que sus descubrimientos fueran fruto de su brillante inteligencia. De hecho, él mismo presentó diferentes problemas de aprendizaje durante su etapa escolar, que lo relegaron a un plano muy discreto. Einstein aseguraba que todo el mérito no era tanto de su inteligencia,  sino de su perseverancia. En otras palabras tenía una gran motivación para triunfar en aquello que se propuso.

Cuando un niño se enfrenta al reto de ir a la escuela, asumir aprendizaje, hacer  exámenes y aprobar, sus resultados van a estar determinados por diferentes factores, en este caso se mencionarán los siguientes:

1- Su capacidad intelectual. Es decir, su potencial de aprendizaje.
2- Su motivación para el estudio.

Es fácil adivinar que un niño con un buen potencial de aprendizaje y una baja motivación tendrá malos resultados, haciéndose esto más evidente a medida que el niño se hace mayor, ya que dependerá de más trabajo y horas de estudio. No obstante un niño con un potencial de aprendizaje normal o ligeramente bajo, pero con una alta motivación probablemente sacará adelante los cursos.

Podríamos concluir que la motivación para el estudio es un factor de gran importancia para predecir el rendimiento escolar de un determinado niñ@, si bien, es de esperar que un buen cociente intelectual (CI) facilite el aprendizaje y por ende la motivación del niñ@ para estudiar, pero no siempre será así.
Retomando lo anterior, una buena capacidad intelectual sin motivación puede llevar al fracaso escolar, y, un niño que tiene capacidades limitadas o un trastorno específico del aprendizaje puede hacerle perder la motivación por el estudio.

Por tanto si hay sospecha de cualquier dificultad en el aprendizaje, paralelamente a motivarle en sus deberes, deberíamos efectuar una evaluación para detectar estas posibles dificultades ya que si nos quedamos sólo en motivarle y no somos capaces de darle los recursos y medios que necesita para tal aprendizaje, probablemente no avanzaremos.

Para esto es recomendable acercarnos a un profesional lo más rápido posible y de esta manera  evitar que la problemática crezca con el paso del tiempo y afectar la integridad de nuestros niñ@s sin darnos cuenta.